Así es el líder que me sueño para Colombia, ¿cómo es el tuyo?

Estos últimos meses de campañas electorales me han llevado a preguntarme: ¿cómo puedo aportar y cuál puede ser el rol de Origen en este importante momento para el país? ¿Cómo poner al servicio de Colombia nuestra experiencia de 12 años conociendo de cerca, apoyando y fortaleciendo a líderes de diferentes ideologías, contextos y trayectorias?

En medio de este cuestionamiento, me preocupa especialmente la ausencia de conversaciones alrededor de cuál es el estilo de liderazgo que necesita Colombia para poder avanzar, enfrentar los inmensos desafíos y construir las bases del país que todos soñamos. Más allá de las ideologías y los planes de gobierno que, con mucha frecuencia, no se cumplen, estoy convencida de que los colombianos tenemos la inmensa responsabilidad de escoger a consciencia la persona que puede ejercer el rol más importante de liderazgo del país.

Si algo hemos aprendido en más de una década de experiencia, es que en épocas de cambios acelerados, retos complejos e incertidumbre, no podemos esperar “líderes salvadores” que nos ofrezcan soluciones mágicas. Así mismo, que estas ingenuas promesas electorales son imposibles de cumplir y terminan reforzando la desconfianza generalizada en los políticos y en las instituciones, afectando, en consecuencia, la credibilidad en el sistema democrático.

Yo, personalmente, prefiero un líder que me ayude a ver la magnitud de los retos, que reconozca que “no se las sabe todas” y, por lo tanto, acepte que necesita el apoyo de todos, incluyéndome a mí, para poder avanzar y encontrar nuevas soluciones. Yo prefiero un líder que me rete y me inspire, que me invite a soñar y a creer que sí es posible; un líder que me conecte con la esperanza y no con el miedo; que detone la creatividad, recursividad y “berraquera” de los colombianos.

Estos años generando puntos de encuentro en la diversidad, también me han enseñado que pensar y ver el mundo diferente no tiene que ser motivo de guerra y división; que cuando unimos visiones aparece una realidad más rica y completa. Los testimonios de personas maravillosas que hacen parte de la comunidad Origen me han demostrado que cuando nos unimos alrededor de un propósito superior podemos poner lo mejor de cada uno al servicio de ese sueño colectivo. Esta es, a mi juicio, la principal responsabilidad de quien asuma el liderazgo de Colombia para los próximos años.

En este sentido, yo espero un líder que con sus acciones y sus palabras nos una y no nos separe; una persona que entienda que Colombia es un país multicolor y que debemos construir juntos esa nación donde todos quepamos y todos sumemos. Busco un líder capaz de movilizarnos, impulsando una fuerza colectiva de transformación al servicio del desarrollo social, económico y ambiental.

El reto de cerrar las inmensas brechas de desigualdad que tenemos es tan grande, que necesitamos abordarlo con valentía y creatividad; con visión de largo plazo, pero con acciones concretas que nos motiven a seguir avanzando.

Y, finalmente, busco un líder que sea testimonio de los valores en los que creo: una persona que muestre con sus acciones lo que dice en palabras… porque, ante todo, cuando estoy escogiendo la persona que va a liderar el futuro de mi país, busco un buen ser humano, una persona que represente lo mejor de los colombianos, que nos ayude a recordar que este hermoso territorio está lleno de gente buena, trabajadora y honesta; busco un líder que ‘nos suba la vara’ y nos inspire para poner al servicio de Colombia nuestra mejor versión.,

Rosita Manrique

Cofundadora y Presidente Ejecutiva de Origen Red de Liderazgo